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martes, 20 de octubre de 2015



¿AMIGOS?... ¡NUNCA!

Cayeron los manglares de los sueños
estando vestida de tul y seda,
de la ofrenda de mis besos modestos
tu insular corazón, no sintió pena.

¡Poco y nada te importó mi tristeza!
Perfiles de sonrisas se perdieron
y se alzó muy por encima de estrellas
mi fiel corazón que amaba con miedo.

Y hoy vienes sin considerar el tiempo
de una convivencia, tal vez absurda
¡Pero,  hay que ser un hombre sin remedio!
Para plantear... ¡Tal propuesta burda! 

De amantes  ¡¿Ahora amigos eternos?!
¡Ni lo sueñes!... ¡Eso no será nunca!


Beatriz Vicentelo 19,10.15
Derechos Reservados 

lunes, 19 de octubre de 2015




AQUEL BESO

En aquél beso que nos dimos bajo la lluvia,
en silencio profundo y en un entorno mágico;
un sobrecogimiento, maquilló de dulzura,
mis calabrinos labios, por el tierno contacto.

Levitó todo el cuerpo como no lo hizo nunca;
proximidad del tuyo, creó leve desmayo;
¡La exigida rendición al placer en hondura!
Envuelta en sumo ensueño y maravilloso encanto

Fue una noche de aquellas, cuando sale la luna,
ante un firmamento, luciendo en noches, apático;
y de pronto, cual amantes surgen sus disputas
y la blanca luna rompe, en desgarrado llanto

Fue entonces, cuando me diste el beso de locura,
al pretender cubrirme con tus fornidos brazos;
yo levanté mi rostro entre lágrimas en lluvia,
y tú, mordiste mi boca, a la voz del relámpago.



Beatriz Vicentelo 30.8.15
Derechos Reservados

CONTIGO APRENDI...


Contigo aprendí...
Que los inviernos tienen primaveras,
primaveras que nunca tienen fin,
que la ancianidad y cosas aquellas
es porque no se halla, por quien vivir

Contigo aprendi...
Porqué las golondrinas alzan vuelo,
se van lejos y vuelven a venir,
vuelan por los aires sin desconcierto
¡Es que hay un hálito donde se asir!

Contigo aprendí...
Que la vida es una delicia en sueño,
donde se añorará siempre dormir,
reposada eterna en un dulce ensueño,
ensueño donde habita un serafín

Contigo aprendi
Que no existe un éxtasis más supremo,
que este cariño que hay dentro de mi,
y que si dejar de existir, yo quiero,
yo quisiera hacerlo, no más por ti



Beatriz Vicentelo 2.9.15
Derechos Reservados  


DOS BESOS



Inmersa en azahares, en liturgia misal,
yo te entregué mi alma, vida, corazón y cuerpo,
con la esplendidez de oasis casi celestial
y, con inocencia mística de los ensueños

Y fuiste mi rey de tantas ansias y desvelos,
caricias se desbordaron con pasión asaz;
y, cataratas níveas irrumpieron sueños,
cual diamantino Edén imposible de igualar.

¡Era hermoso sueño, que cubría todo anhelo!
Con esa inmensa gratitud al cielo, de amar;
mas, como todo sueño, que cual ave alza vuelo,
alzó alas, volando entusiasmado a otro lar.

Y al igual que el Edén, donde surgió algo siniestro,
no me quedó mas, que dar dos besos al final;
uno, por el amor que entre todo, fue muy bello 
y otro,  para que nunca me fueras olvidar


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Beatriz Vicentelo 3.9.15
Derechos Reservados


LA OTRA CARA DEL DIABLO

Los profundos cráteres de impotencia,
Dan bienvenida al crápula en pecado
¡Brillan las trincheras de indiferencia!
¡Prende fuego el averno del ocaso!

Con copas turbias de malevolencia,
Se embriagan perdidos, nocturnos cárabos;
Mientras, neblina del odio pasea,
Esperando graduación con el diablo

Birretes soeces, calzan demencia;
Y, sensacionalismo de un dios fatuo,
Enciende luz con vil desvergüenza,
Marcando el paso de albañal escarnio

¡Otra cara de Moloch en su esencia!
Trajeado de lagartos y sapos,
¡Toca entusiasta su pérfida orquesta!
¡Y es triste!... Porque bailamos matando


Beatriz Vicentelo 4.9.15
Derechos Reservados


PENSANDO ALTO

Me han golpeado mil veces
unas a traición, otras de frente,
mas eché la culpa siempre
a la vida y no a la gente.

Me han hecho llorar mil veces
por amor, desengaños o muerte,
mas eché la culpa siempre 
a la vida y no a la gente.

Me han amado muchas veces
amigos, novios o familia,
y estuve agradecida siempre
a la gente y no a la vida.

Y en levantadas y caídas
agradecí ver luz del sol,
no a la gente,  no a la vida
ello se lo agradecí a Dios


Beatriz Vicentelo 4.9.15
Derechos Reservados 

INDECISION

Las tristezas se deslizaron por los rincones
y hasta los faroles se apagaron con desidia,
un grillo pisoteado, en esas condiciones,
era fiel reflejo de lo que yo me sentía.

La noche caía, dibujando nubarrones,
tan densos, como mis profundas melancolías;
y, con esfuerzo grande de cambiar situaciones,
prendí un cigarrillo, subiendo mi gabardina

Di una bocanada, vinieron evocaciones,
desprecio inmediato, vino con altanería; 
total, si él no quería aceptar mis condiciones,
mejor sería, seguir cada uno con su vida

Pero la tristeza se escurría por rincones,
ya no de la noche, sino por el alma mía;
y se encendió un farol, entre todo los faroles,
y eché a correr tras él, que apesadumbrado se iba




Beatriz Vicentelo 5.9.15
Derechos Reservados