Inmersa en azahares, en liturgia misal,
yo te entregué mi alma, vida, corazón y cuerpo,
con la esplendidez de oasis casi celestial
y, con inocencia mística de los ensueños
yo te entregué mi alma, vida, corazón y cuerpo,
con la esplendidez de oasis casi celestial
y, con inocencia mística de los ensueños
Y fuiste mi rey de tantas ansias y desvelos,
caricias se desbordaron con pasión asaz;
y, cataratas níveas irrumpieron sueños,
cual diamantino Edén imposible de igualar.
caricias se desbordaron con pasión asaz;
y, cataratas níveas irrumpieron sueños,
cual diamantino Edén imposible de igualar.
¡Era hermoso sueño, que cubría todo anhelo!
Con esa inmensa gratitud al cielo, de amar;
mas, como todo sueño, que cual ave alza vuelo,
alzó alas, volando entusiasmado a otro lar.
Con esa inmensa gratitud al cielo, de amar;
mas, como todo sueño, que cual ave alza vuelo,
alzó alas, volando entusiasmado a otro lar.
Y al igual que el Edén, donde surgió algo siniestro,
no me quedó mas, que dar dos besos al final;
uno, por el amor que entre todo, fue muy bello
y otro, para que nunca me fueras olvidar
no me quedó mas, que dar dos besos al final;
uno, por el amor que entre todo, fue muy bello
y otro, para que nunca me fueras olvidar
Beatriz Vicentelo 3.9.15
Derechos Reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario