.

.

lunes, 19 de octubre de 2015


INDECISION

Las tristezas se deslizaron por los rincones
y hasta los faroles se apagaron con desidia,
un grillo pisoteado, en esas condiciones,
era fiel reflejo de lo que yo me sentía.

La noche caía, dibujando nubarrones,
tan densos, como mis profundas melancolías;
y, con esfuerzo grande de cambiar situaciones,
prendí un cigarrillo, subiendo mi gabardina

Di una bocanada, vinieron evocaciones,
desprecio inmediato, vino con altanería; 
total, si él no quería aceptar mis condiciones,
mejor sería, seguir cada uno con su vida

Pero la tristeza se escurría por rincones,
ya no de la noche, sino por el alma mía;
y se encendió un farol, entre todo los faroles,
y eché a correr tras él, que apesadumbrado se iba




Beatriz Vicentelo 5.9.15
Derechos Reservados

No hay comentarios:

Publicar un comentario