LA POETISA
En una noche fresca, tibia y seductora,
la sombra de su belleza irradia en penumbra;
y, la penumbra es un fulgor sin día ni hora,
vibrando sus letras por ardor de su pluma.
la sombra de su belleza irradia en penumbra;
y, la penumbra es un fulgor sin día ni hora,
vibrando sus letras por ardor de su pluma.
Dama de encajes, sentada en fina postura,
hace danzar al numen que en su mente aflora;
y, cual la criatura que envuelve con dulzura,
el juguete inspirador, es plasmado en hojas.
hace danzar al numen que en su mente aflora;
y, cual la criatura que envuelve con dulzura,
el juguete inspirador, es plasmado en hojas.
Y el aplauso grato del lector fascinado,
se pone de pie en su gran soledad absorta,
no hay límites para poeta dedicado,
cuando encuentra encanto en su escritura que aborta.
se pone de pie en su gran soledad absorta,
no hay límites para poeta dedicado,
cuando encuentra encanto en su escritura que aborta.
¡Es un hijo que nace del vientre, brillando!
¡Es la poetisa quien escribe y asombra!
¡Es la poetisa quien escribe y asombra!
Beatriz Vicentelo 30.9.15
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